"Informalidad: escape y exclusión" de Guillermo Perry et al

ASTRID LEÓN CAMARGO
Docente de la Universidad de los Llanos, Villavicencio - Colombia
astridleonc@gmail.com

HUGO GERMÁN CAICEDO MORA
Docente de la Universidad de los Llanos, Villavicencio - Colombia
gercaicedo29@hotmail.com

Informalidad: escape y exclusión, de Guillermo Perry et al. Washington, D.C.: Banco Mundial, 2008, 230 páginas.

Los autores tratan de identificar "la razón de ser" de la informalidad en América Latina y el Caribe, y diferencian dos niveles: por exclusión y escape o voluntaria. Ilustran que no son los únicos, pero sí los predominantes y su participación en la informalidad es diferente en los países. La exclusión se enfoca en la sustracción de los beneficios del Estado y de los circuitos de la economía moderna, mientras el escape hace relación al análisis privado de costo/beneficio.

En un contexto de exclusión originada por la estrechez del mercado laboral y la poca cualificación de la mano de obra, las personas son retiradas de oportunidades laborales formales. Los informales voluntarios eligen esta opción laboral porque en un análisis de costo/beneficio deducen las ventajas que reciben en la informalidad, las cuales son de orden pecuniario y no pecuniario. En las no pecuniarias se destaca la flexibilidad en el manejo del tiempo.

Para identificar "la razón de ser", los autores proponen dos visiones: primero, reconocer que cada país tiene su propia historia, instituciones y marcos legales. Segundo, dada la heterogeneidad de la economía informal, las razones para obrar dentro del escape o exclusión, son diferentes entre los países. Con relación a la primera visión, el informe menciona tangencialmente algunos casos pero no desarrolla este aspecto, se soslaya porque la metodología se basa en información estadística que limita el rango de preguntas a cuestiones económicas y no incluye opiniones sobre política, cultura y legislación.

La segunda visión presenta comparaciones de escape o exclusión entre países y describen las razones que llevan a los trabajadores y a las empresas a escoger la economía informal como fuente de ingresos. Se profundiza combinando el análisis de los movimientos en el mercado laboral y los motivos que los trabajadores dieron para explicar porque se ubican en una u otra alternativa del mercado laboral informal.

Sobresalen las dificultades para diferenciar entre informalidad y formalidad, pues las empresas formales asumen prácticas informales para evadir impuestos u obligaciones laborales, como el subreporte del nivel de ventas y número de trabajadores. Estos dos factores se someten a un análisis comparativo entre los países de América Latina y el Caribe.

Según los autores, el nivel de desarrollo económico es el determinante más importante de la informalidad, para esto, realizan comparativos de la percepción de efectividad del gobierno, del sistema judicial y la estructura tributaria, entre países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos -OCDE-, América Latina y el Caribe, y relacionan que a mayor nivel de los indicadores, existen menores niveles de informalidad. Los países de la OCDE, con alto grado de desarrollo económico cuentan con niveles favorables de percepción hacia el gobierno, alta moral tributaria y baja participación del sector informal, mientras los países de América Latina y el Caribe presentan un nivel medio de desarrollo económico, percepción desfavorable hacia el gobierno y altos niveles de informalidad. Relacionan la informalidad y crecimiento económico con un análisis empírico y señalan que no es conclusiva; es decir, variables del crecimiento inducen a movimientos contrarios del crecimiento y la informalidad. Por ejemplo, una baja calificación de la mano de obra influye en el aumento de la informalidad y en la disminución del crecimiento económico. En este sentido, no se puede afirmar que la informalidad influya negativamente en el crecimiento económico. A su vez, cuando se presenta el crecimiento económico, también puede aumentar la informalidad, como resultado del dinamismo de la economía que requiere más mano de obra en el sector formal e informal.

Con respecto a la metodología, el informe utiliza principalmente datos cuantitativos y en menor medida datos cualitativos. Los datos cuantitativos son generados por las oficinas de estadística de Bolivia, Ecuador, Guatemala, México, Nicaragua, Uruguay, Paraguay, Perú, República Dominicana, Trinidad y Tobago, Chile, Brasil, Colombia, Argentina y Venezuela entre los años de 1996 a 2006. Se hacen las precisiones con respecto a las diferencias de cobertura y algunas características que no son estándar a todos los países y afectan los niveles de exclusión o escape, por ejemplo, la medición del nivel de trabajadores independientes informales que prefieren esta categoría en Colombia es de 40%, menor a otros países como Bolivia, Argentina y República Dominicana en donde se alcanza una preferencia del 70% por esta modalidad laboral.

En el análisis cualitativo se deducen, entre algunas conclusiones, la heterogeneidad en la inclinación de los países de América Latina y el Caribe frente al escape y otros hacia la exclusión, es decir, el escape es preferido por los autoempleados en algunos países en consideración a su experiencia, estudios y respaldo financiero, mientras en otros países el escape es la vía a la informalidad de la mayoría de los trabajadores informales asalariados.

El tipo de estudio es descriptivo, ya que muestra el fenómeno de la informalidad como reflejo de la interacción imperfecta entre los ciudadanos y su Estado. Esta relación es explicada desde el enfoque neoliberal, y se argumenta que: 1. Las empresas grandes son menos propensas a la informalidad gracias a sus sistemas de organización, métodos de producción, eficiencia, eficacia, competitividad y economías de escala, que les facilita posesionarse en el mercado y, por tanto, requieren el apoyo del Estado para mantenerse en un punto de producción óptima. De otro lado, subestima a las pequeñas empresas, las cuales no cuentan con suficientes ingresos para afrontar la competencia y ante los choques de un mercado libre, se ven obligados a reducir costos realizando prácticas informales como alternativa de subsistencia. Se materializa la acción informal a través de la evasión de impuestos, sin registro ante la autoridad competente, omisión a las normas laborales y de seguridad social. 2. Identifican y explican la creciente informalidad en los países de América Latina y el Caribe como resultante de los costos laborales excesivos, la rigidez de los salarios y las normas laborales que impiden despidos sin justa causa, ocasionado por la presión sindical y el Estado protector. Pierden de vista el papel del empresario como agente responsable de la informalidad, en contradicción con su premisa de las actividades informales realizadas por empresas formales para reducir costos. Se evidencia un sesgo en contra de los trabajadores, invocando una necesaria flexibilidad en las normas laborales que trae consigo eliminación del salario mínimo, facilitando los despidos y menos presión por parte de los sindicatos.

Se acercan a los planteamientos de la escuela estructuralista de De Soto y de Tokman cuando señalan al Estado como responsable de la economía informal por dos razones: 1. Las innumerables requisitos exigidos para legalizar la actividad informal, desalienta a los empresarios informales. 2. En la mayoría de los países de América Latina existe baja confianza en el Estado, por tanto, se presenta poca responsabilidad tributaria y cumplimiento de las normas. Lo anterior apoya la hipótesis de mal equilibrio en la economía, porque el Estado es incapaz de hacer cumplir las normas y como proveedor de bienes meritorios es deficiente, lo cual se refleja en la desigualdad de oportunidades y mala distribución del ingreso.

Se percibe que la informalidad está muy relacionada con el nivel de pobreza y con el atraso de las regiones, y se insiste como requisito fortalecer la intervención del Estado para que los países de América Latina puedan superarla. En este sentido los autores, recalcan en la disminución de la desigualdad como condición para lograr una salida hacia una economía en equilibrio.

Involucran los aportes de algunos teóricos como Hirschman, de Ferranti, Tokman y Loayza para legitimar el análisis desde la perspectiva de quienes han aportado significativamente al tema, pero se queda corto en su pretensión de explicar "la razón de ser" de la informalidad dado la repetición de información, que conlleva a confusiones que impiden distinguir su propuesta inicial.

Además de la descripción, los autores exhiben recomendaciones de política pública, las cuales se orientan a controlar el fenómeno de la informalidad, por medio de sanciones y estímulos. Las sanciones son promovidas con el fortalecimiento del cumplimiento de leyes y regulaciones, y los estímulos se traducen en políticas de inclusión que favorezcan el sentido de justicia del contrato social.

El informe es un avance para adelantar estudios que conlleven a conocer las causas y las implicaciones de la informalidad, dado el crecimiento alarmante en América Latina y el Caribe. Por esto, es importante utilizar otras visiones como las expuestas en las escuelas: neoestructuralista, neomarxista, neokeynesiana, entre otras, que lleven a enriquecer el entendimiento de la informalidad y a propuestas de políticas públicas acordes con las aspiraciones de transformación de los países. Además los autores sugieren investigar la posible relación entre la desigualdad en los impuestos y transferencias, con la informalidad.

La lectura amplía la mirada de la informalidad en América Latina y sensibiliza ante la problemática. La heterogeneidad de la informalidad se palpa en los planteamientos que los autores exhiben constantemente en el desarrollo del texto. Los capítulos tienen conclusiones que organizan la síntesis y llevan a entender los argumentos que se plantean. Esto es una fortaleza del documento porque le da sentido a la lectura, dado que la densidad del texto, inclina al lector a perder el hilo conductor en detrimento de la comprensión de sus aportes.

Los autores del libro reconocen al Estado como el indicado para cumplir un papel preponderante dado su injerencia en la política económica, pero le apuestan al libre mercado como el regulador natural para alcanzar el "buen equilibrio".

Para académicos, investigadores y políticos el informe responde a las expectativas de conocer, no solamente aspectos estadísticos de tabulación, también análisis que involucra las razones para escoger su trabajo actual informal, categorizadas en escape y exclusión.

En conclusión, los autores se inclinan por el libre mercado, creen en sus bondades redistributivas y efectos en el mercado laboral. Consideran que se debe mejorar la efectividad del Estado para afrontar la informalidad por medio de una agenda política de largo plazo que incluya un contrato social con incentivos para permanecer en la formalidad y coerción para quienes se encuentran en la informalidad. Este informe revela la posición del Banco Mundial al depositar en el mercado la dinámica laboral concomitante con la productividad y los ingresos, pero deja de lado elementos culturales, institucionales y políticos, fundamentales para comprender históricamente la realidad de los pueblos.