De "militar autoritario" a "héroe del nacionalismo petrolero". Acerca de los usos políticos de Mosconi en la Argentina contemporánea1

From "Authoritarian Military Man" to "Hero of Oil Nationalism". On the Political Uses of Mosconi in Contemporary Argentina

De "militar autoritário" a "herói do nacionalismo petroleiro". Sobre os usos políticos de Mosconi na Argentina contemporânea

Gabriel Alejandro Carrizo
Docente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Comodoro Rivadavia - Argentina
gabo.carrizo@gmail.com

Recibido: 03.09.12
Aprobado: 10.10.12

1 El presente artículo se deriva del proyecto de investigación denominado "Trabajo, espacio e identidades políticas en la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia, 1944-1955", radicado en la Unidad Académica Caleta Olivia de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral.


Resumen

Recientemente, con motivo de la denominada renacionalización del petróleo, impulsada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la figura del general Enrique Mosconi ha entrado a formar parte del discurso político argentino. En este artículo, en primer lugar, analizaremos la construcción de Mosconi como héroe del nacionalismo petrolero durante el período de la Gobernación Militar, y posteriormente estudiaremos los usos políticos de su figura desde el período de la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) hasta el actual contexto político.

Palabras clave: Memoria, Petróleo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Patagonia, Argentina.


Abstract

Recently, as a result of the so-called re-nationalization of oil promoted by President Cristina Fernandez de Kirchner, the figure of General Enrique Mosconi has become part of Argentina´s political discourse. In this article, first we'll look at the construction of Mosconi as a hero of oil nationalism during the period of Military Government. Then we'll discuss the political uses of his figure since the privatization of Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) to the current political context.

Key words: Memory, Oil, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Patagonia, Argentina.


Resumo

Recentemente, com motivo da denominada renacionalização do petróleo, impulsionada pela presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a figura do General Enrique Mosconi tornou-se parte do discurso político argentino. Neste trabalho, discutiremos em primeiro lugar, a construção de Mosconi como herói do nacionalismo petroleiro durante o Governação Militar; em segundo lugar, estudaremos os usos políticos dessa figura desde o período da privatização de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) até o atual contexto político.

Palavras-chave: Memória, Petróleo, Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Patagônia, Argentina.


Introducción

Elizabeth Jelin ha hablado de la posibilidad de "historizar" las memorias, es decir, "reconocer que existen cambios históricos en el sentido del pasado, así como en el lugar asignado a las memorias en diferentes sociedades, climas culturales, espacios de luchas políticas e ideológicas" (2002, 2). Teniendo en cuenta estas palabras, en este trabajo nos proponemos rastrear históricamente la construcción de la memoria en torno al general Enrique Mosconi en la Argentina contemporánea. La hipótesis que guía este trabajo es que el ingreso del general Mosconi al panteón de héroes nacionales se materializó en el período de la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia (1944-1955). Posteriormente, presentaremos algunas reflexiones acerca de un fenómeno que ha adquirido notable presencia en la actualidad y que podríamos denominar "mosconización" del discurso político con motivo de la renacionalización del petróleo impulsada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

1. Mosconi en YPF: nacionalismo petrolero y disciplinamiento del movimiento obrero

La ciudad de Comodoro Rivadavia se encuentra ubicada en la Patagonia central argentina, y desde su fundación en 1901 estuvo vinculada al puerto y la actividad ganadera. Pero fue con el descubrimiento del petróleo en 1907, gracias a una expedición dependiente del Estado argentino (a partir del relevamiento del subsuelo llevado a cabo por la Dirección de Minas, Geología e Hidrología), que la actividad extractiva se transformó en el pilar económico de la zona litoral del Golfo San Jorge. El Estado nacional pronto comenzaría a asumir actividades económicas que resultaban de importancia estratégica y de interés social en el desenvolvimiento de las bases materiales del país. En este sentido, a partir de 1910 la Dirección General de la Explotación Nacional del Petróleo de Comodoro Rivadavia (creada por el presidente Roque Sáenz Peña y dirigida por el ingeniero Luis A. Huergo), dependiente del Ministerio de Agricultura, tendría a su cargo las tareas de producción y venta de petróleo.

Durante la etapa demarcada entre los años 1910 y 1922, el escaso presupuesto y los problemas de almacenamiento y transporte fueron límites que condicionaron el abastecimiento interno. Las circunstancias generadas por la Primera Guerra Mundial y la necesidad de diversificar la economía fueron factores que hicieron reorientar la política petrolera del gobierno de Hipólito Yrigoyen —postura que recibiría el apoyo de las Fuerzas Armadas—. Por otro lado, la lejanía de la Patagonia del poder central reafirmó la necesidad de resguardo militar de una región como la del Golfo San Jorge, que contaba con una riqueza petrolera inconmensurable y apetecible, discurso que se había vuelto disponible por lo menos desde la década del veinte.

Este tipo de argumentaciones sedimentó tempranamente cierta legitimidad con la que contarían de allí en adelante los miembros del Ejército en la localidad. La posibilidad de administrar organismos como las empresas estatales, las líneas aéreas o los puertos proyectaría sobre la institución una imagen en la que se asociaban el poder y las oportunidades de desarrollo de la región. Precisamente un integrante del Ejército, Enrique Mosconi, uno de los más notorios "militares capitanes de industria", según Carl Solberg (1982), tenía como objetivo fortalecer y ampliar la industria petrolera estatal para reducir el poder de las compañías petroleras extranjeras. Será a partir de la reorganización de la empresa petrolera estatal, con el nombre de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), en 1922, que se concretaría "una empresa estatal verticalmente integrada, que no sólo produciría petróleo sino que lo refinaría y vendería los productos resultantes en el mercado a precios competitivos" (Solberg 1982, 139). Mosconi pronto formularía una ideología basada en el nacionalismo petrolero, que "apuntaba a la necesidad de industrialización, autosuficiencia económica, hostilidad al capital extranjero y, fundamentalmente, a la necesidad de dar al Estado un papel activo como promotor de la empresa pública" (Favaro 1999, 60-61). Para todos estos objetivos trazados, Mosconi contó con el fuerte respaldo del presidente Marcelo T. de Alvear, traducido en el otorgamiento de una completa autonomía administrativa a la empresa estatal, cuestión que facilitó el plan de expansión de YPF desplegado entre 1924 y 1927. Esto significó, en términos concretos, la instalación de una refinería, lo que evitó que YPF siguiera perdiendo importantes ganancias en la refinación y distribución, ganancias que quedaban hasta ese momento en manos de las compañías petroleras privadas.

Diversos estudios han señalado que Mosconi mostró tempranamente su interés por desplegar una serie de medidas con el fin de vigilar la incipiente organización del movimiento obrero petrolero (Márquez y Palma Godoy 1995; Crespo 1991, 2001; Crespo y Cabral Marques 2006; Carrizo 2005). Dichas medidas buscaban definir un marco normativo para consolidar un sistema de disciplinamiento de la comunidad laboral, sobre todo luego de la etapa enmarcada entre los años 1917 y 1922, período en el cual la relación entre los obreros (organizados en la Federación Obrera Petrolífera) y la dirección patronal estuvo cargada de conflictos. Entre ellos sobresalían el control del tiempo fabril y los espacios de trabajo, que perseguían desarticular las posibilidades de cristalización de grupos contestatarios y de aquellos agrupamientos étnicos considerados peligrosos. El control efectuado por la empresa para la rápida individualización de cada uno de los operarios y el despliegue de todo un dispositivo de sanciones buscaban hacer respetar los códigos establecidos al interior de la explotación. La desarticulación de las prácticas contestatarias se realizaba por medio de la Policía, y a medida que los conflictos se agravaron se acudió a tropas de la Marina de Guerra, lo cual imprimió tempranamente a la administración de YPF un definido carácter militar.

Lentamente se fue implementando un férreo control sobre la circulación de volantes o periódicos, medida que se articulaba con otras, como la de mezclar secretamente entre la población trabajadora a agentes federales de Buenos Aires para debilitar al movimiento obrero. Durante este período, la empresa estatal fue ejerciendo de manera más insistente un control sobre la vida cotidiana, haciendo difusa la frontera entre lo público y lo privado. Las pautas para el mantenimiento de casas y habitaciones, las reglas en cuanto a la higiene y la seguridad en los lugares de residencia colectiva, y las disposiciones sobre el abastecimiento y consumo en las cooperativas y proveedurías del personal eran símbolos claros de un orden en el que muy pocas cosas quedaban libradas a la simple iniciativa personal. De allí que muchos beneficios sociales fueron pensados como una forma de controlar a la población trabajadora (Masés 2007; Cabral Marques 2008).

Otra medida tomada para aplacar los conflictos obreros fue la nacionalización de la mano de obra, promoviendo la llegada de migrantes norteños para evitar la contratación de obreros extranjeros que pudieran constituirse en un peligro por sus adhesiones ideológicas. Asimismo, la política antisindical de Mosconi y la fuerte hostilidad hacia el movimiento obrero local se tradujeron en la decisión del administrador local Alonso Baldrich de "emplear oficiales del Ejército como ayudantes principales y su costumbre de trabajar en uniforme militar [cuestiones que] simbolizaban, para muchos trabajadores, la 'militarización' de la fuerza de trabajo" (Solberg 1982, 151). Todos estos aspectos evidencian la influencia de la tradición prusiana en Mosconi, al postular que el modelo ideal de trabajador ypefiano era aquel que conciliaba tanto al soldado como al patriota (Mosconi 1958). Esto provocaba consecuencias en la forma de percibir los conflictos obreros: la huelga no solamente explicitaría la codicia y el egoísmo del trabajador, sino que además pasaría a constituirse en una agresión a la nación. Esta situación revelaba la obligación de que cualquier interés particular (la demanda por la mejora del salario, por ejemplo) debía quedar supeditado a un interés superior (la patria).

Por otro lado, se ha destacado que la creciente apelación a las Fuerzas Armadas, como guardianes del orden interno por parte del poder civil, habilitó, a partir de la década del veinte, el ingreso de los militares al debate acerca de las problemáticas económicas y a la articulación de un proyecto de transformación de la relación Estado-economía. Es posible observar que a partir de esa década el sector castrense contaba con un modelo propio de organización económica, coherente con la ideología nacionalista. Sobre todo a partir de dos preocupaciones puntuales: el problema de la explotación de los recursos naturales (en particular los yacimientos de petróleo) y el impulso a la industrialización del país. Asimismo, este proceso se dio de manera paralela a la creciente tensión entre las autoridades civiles y la oficialidad políticamente activa, a partir del convencimiento del sector castrense de la necesidad de que el Estado interviniera en aquellos sectores considerados vitales para la seguridad nacional. Es por eso que Ricardo Forte ha sostenido que la creación de YPF en 1922 debe leerse en este contexto, dado que "el control directo de los yacimientos petroleros no era importante en sí mismo, sino más bien en el marco de una estrategia general de progreso de la industria nacional, de autonomía de los productos energéticos y secundarios del exterior y, por ende, de eficacia en el ámbito de la organización de la defensa del país" (Forte 2003).

De allí que la concreción de YPF en 1922 sea considerada como el primer éxito castrense en el proyecto general de reorganización política. De allí también que Mosconi interpretó su rol no como una tarea aislada, sino en el marco de este proceso, eliminando en su tarea cualquier posible interferencia de tipo político. Por otro lado, esta rearticulación de YPF evidenció la distancia entre los objetivos de la elite civil más conservadora y las aspiraciones de la dirigencia militar. Y este proceso también implicó para las fuerzas militares comenzar a pensar en la necesidad de contar con un liderazgo a la altura de la situación, es decir, insinuar la necesidad y conveniencia de un liderazgo político militar.2

Estas transformaciones que comenzaron a establecerse en la relación entre el poder civil y el militar pueden identificarse en la actitud del propio Mosconi, lo cual evidencia que a mitad de los años veinte el sector castrense se estaba moviendo "según un proyecto político propio, cada vez más afuera del control de las autoridades constitucionales y cada vez menos en sintonía con la perspectiva doctrinaria de la elite liberal" (Forte 2003, 15). De allí que Mosconi hiciera uso de sus poderes mucho más allá de su competencia y sin autorización explícita del Poder Ejecutivo: esto explica la suspensión de la actividad sindical y el arresto sin garantías jurídicas de los trabajadores. En este sentido, la intolerancia con las organizaciones obreras y el manejo del personal con manu militari provocaron que los obreros lo compararan con el dictador español Primo de Rivera. La rigurosidad de Mosconi no se limitaba a los trabajadores: es conocida la solicitud de renuncia del jefe del Departamento Técnico de YPF por llegar tarde y sin justificación a una reunión. Asimismo, era implacable con el personal que participara en política partidaria, determinando para ellos una segura cesantía. A fines de 1928, en el vespertino Última Hora de la ciudad de Buenos Aires se reflejaban pormenores de la denominada "dictadura mosconiana":

El General Mosconi transformó Plaza Huincul en un feudo terrible y pavoroso. Castigóse a los obreros que trabajaban en las distintas dependencias sin que nada ni nadie (las leyes ni las autoridades) pudieran protegerlos. Imperó en Plaza Huincul la ley absoluta del gran garrote que esgrimía el director de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, dictador inflexible y torpe (Ultima Hora, 1928, citado en Gadano 2006, 184).

El accionar de Mosconi como director de YPF concluiría abruptamente con el golpe de 1930 ejecutado por José F. Uriburu. De allí en adelante sería olvidado por sus pares de las Fuerzas Armadas, y luego padecería problemas de salud que lo llevarían a la muerte en 1940 (Crespo 2011).

Hasta aquí hemos visto que, en el marco de una creciente legitimidad de las Fuerzas Armadas en Patagonia, Mosconi desplegó una política antisindical en nombre del nacionalismo petrolero, siendo parte de un proyecto castrense que, a partir de su preocupación por el control de los recursos petrolíferos para la defensa del país, se iba distanciando del control civil. En la siguiente sección analizaremos de qué manera Mosconi comenzaría a ser venerado por distintos sectores, incluso por aquellos que lo habían denostado.

2. De "militar autoritario" a "paladín del petróleo": Mosconi y su ingreso al panteón de los héroes del nacionalismo petrolero durante la Gobernación Militar (1944-1955)

Se ha señalado que los héroes nacionales son símbolos poderosos, encarnaciones de ideas y aspiraciones, y por ello se constituyen en soportes de identificación colectiva (Murilo de Carvalho 1997). Son por eso instrumentos eficaces para la legitimación de regímenes políticos, de allí que cada uno de ellos promueva el culto de sus héroes y construya su propio panteón cívico.

En algunos casos, los héroes surgieron casi espontáneamente de las luchas que precedieron al mero orden de cosas. En otros, de menor arraigo popular, fue necesario un esfuerzo mayor en la elección y promoción de la figura del héroe. Este pareciera ser el caso de Mosconi. En estos casos el héroe se torna precisamente más importante. La falta de participación real del pueblo en la implantación del régimen conduce a un intento de compensación por medio de la movilización simbólica. Pero como la creación de símbolos no es arbitraria, no se hace en el vacío social, en esto también residen las mayores dificultades para la construcción de un panteón cívico.

Un héroe que se precie debe tener de algún modo la cara de la nación. Debe responder a alguna necesidad o aspiración colectiva, reflejar algún tipo de personalidad o de comportamiento que corresponda a un modelo colectivamente valorizado. En ausencia de esa sintonía, el esfuerzo de mitificación de figuras políticas resultará vano. Los pretendidos héroes serán, en el mejor de los casos, ignorados por la mayoría y, en el peor, ridiculizados.

Iniciaremos nuestro análisis indagando la manera como Mosconi comenzó a ser evocado desde el momento mismo de su fallecimiento, el 4 de junio de 1940. Previa misa de cuerpo presente, oficiada en la Basílica del Pilar, sus restos fueron inhumados en el Cementerio del Norte. Según la prensa de Buenos Aires, la ceremonia se cumplió ante una numerosa concurrencia, entre la que se contaban altos jefes de las instituciones armadas, delegaciones de instituciones civiles y militares y gran cantidad de amigos. Luego de la misa, el cortejo llegó al peristilo de la Recoleta, donde ya se hallaba reunida gran cantidad de personas. Ante la caja mortuoria, en primer término pronunció un discurso el general Juan Esteban Vacarezza (que llevaba la representación del Ministerio de Guerra), quien se refirió a su vida dedicada a la institución armada. A continuación hizo uso de la palabra el comandante de aviación del Ejército, Coronel Antonio Parodi, quien sintetizó la labor que le tocó cumplir en favor de la aviación. Finalmente, el ingeniero Ricardo Silveyra puso de manifiesto la obra cumplida por el general Mosconi durante los ocho años que estuvo al frente de YPF.3 Lo hizo de esta manera:

Señores: ha caído el más genuino representante de Yacimientos Petrolíferos Fiscales; su muerte constituye, por todo concepto, el mayor duelo que haya conmovido a esta organización, cuyas autoridades directivas, jefes superiores, empleados de todas las jerarquías y obreros, se sienten en esta hora unidos por el dolor común que suscita el deceso del General Mosconi […] Organizador inicial de la Dirección General de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, el General Mosconi le imprimió modalidades que cimentaron su alto prestigio; así pudo transmitir a los colaboradores su espíritu de rectitud, su rígida disciplina, su labor infatigable y la aplicación inteligente de los conocimientos profesionales que poseía, y cuando la Nación le confió grandes intereses a su custodia, supo guardarlos con ejemplar conducta de soldado y de ciudadano […] La vida de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en el curso de su segundo decenio va trazando al mismo tiempo sendas notas biográficas que ponen de manifiesto la fisonomía moral e intelectual de su esforzado paladín, en tal forma, que la institución y su jefe aparecen confundiéndose en una amalgama de éxitos extraordinarios (La Fronda, 6 de junio de 1940, 5).

Para los efectos de este trabajo, el discurso de Silveyra no solamente es interesante por su rol de presidente de YPF en ese momento, sino porque además resaltó la trascendencia de la labor de Mosconi al frente de YPF, siendo más importante inclusive que su paso por la armada y la aviación.

Distinta fue la forma de recordarlo en ciertos sectores sociales de Comodoro Rivadavia, en donde la muerte de Mosconi sólo mereció un breve comentario de parte del diario más importante de la ciudad, resaltando sus aspectos negativos:

Ha dejado de existir el general de división (SR) don Enrique Mosconi. Este militar desaparece a la edad de 63 años y había desempeñado importantes cargos. N de R. el general Mosconi fue una figura muy conocida en esta, donde en mérito al cargo de presidente del Directorio de Yacimientos P. Fiscales que desempeñó, se produjeron incidencias que por cierto fueron poco gratas, por su amplio espíritu autoritario y avasallador. A él se debe, entre otras cosas, la anulación de libertad de comercio en Yacimientos P. Fiscales (El Chubut, 5 de junio de 1940, 1).

Las razones de este escueto comentario se explican a partir de dos cuestiones: en primer lugar, por las relaciones establecidas entre el denominado "pueblo" y la zona del campamento central. Durante el "período mosconiano", las autoridades de YPF consideraban al pueblo como una sociedad sin orden y atravesada por la anarquía, lo que justificaba el control de los obreros y empleados de la repartición, incluso más allá de los límites del yacimiento. Incluso el diario El Chubut se constituyó en una de las principales voces en contra de distintos administradores de YPF (incluido el propio Mosconi), por lo que consideraban una excesiva intervención de la empresa estatal en la vida política del pueblo. Asimismo, según se ha afirmado, El Chubut adoptó por aquellos años "un discurso pro-obrerista que alertaba sobre los gestos decididamente autoritarios y represivos que la administración ypefiana ejercía sobre su personal y sobre la libre expresión sindical" (Cabral Marques 2008, 84). Las elites dirigentes y la opinión pública del pueblo percibían que en el yacimiento estatal, si bien se mejoraba la calidad de vida a partir de los diversos beneficios sociales, existían serias limitaciones para ejercer una "expresión política y sindical con sesgo democrático" (Cabral Marques 2008, 87).

En segundo lugar, el comentario se explica por la forma como históricamente se conformó la estructura urbana. Desde 1907, el área de explotación petrolera se consolidó en el espacio que actualmente ocupa la zona norte de la ciudad, y a partir de 1922 se definió un conjunto de localizaciones erigidas y administradas por YPF. En lo que actualmente es el ejido municipal de la ciudad, el área bajo el control de YPF se convirtió en la más dinámica. Tal es así que la empresa estatal y su población llegaron a contar con una infraestructura y con servicios propios de toda índole. Esto la diferenciaba netamente de las precariedades en que vivía por ese entonces el denominado "pueblo".4

Además de sus camaradas y las autoridades de YPF, el Partido Socialista reivindicó tempranamente su figura como defensor del nacionalismo económico, a pesar de que en el pasado se habían resistido a la militarización del yacimiento (Crespo 2011). ¿Por qué no hubo conflicto alguno en esta reivindicación?

A principios de la década del cuarenta, un sector del socialismo (sobre todo aquellos intelectuales vinculados a la Universidad Nacional de la Plata durante el rectorado de Alfredo Palacio) percibía el agotamiento del desarrollo económico sostenido en las exportaciones agropecuarias, criticaba el papel del capital extranjero en la economía y alertaba acerca de la necesidad de desarrollo industrial del país en el contexto de una dominación mundial imperialista. Entendían que para lograr la emancipación económica era necesaria la nacionalización, y el control estatal del petróleo, los servicios públicos y el desarrollo industrial. Además, se debían declarar de interés público y nacionalizar las fuentes de producción de combustibles y energía eléctrica, estableciendo también que su explotación y comercialización estuviera a cargo de organismos estatales autárquicos. El interés de estos intelectuales estaba puesto en lograr el desarrollo de una economía de planificación estatal y la industrialización del país. Para ello era necesario contar con un desarrollo energético que permitiera el autoabastecimiento de combustibles a costos reducidos para las empresas, emancipara al país de la necesidad de su importación y eliminara la competencia de las empresas extranjeras mediante el desarrollo de empresas estatales de explotación y distribución (como Yacimientos Petrolíferos Fiscales), garantizando la independencia económica del país. Esto explica que los socialistas comenzaran a recordar a Mosconi ya no por su política antisindical, sino por su accionar en la conducción de YPF. Por ejemplo, el filósofo Francisco Romero afirmaba en 1943 que el general Enrique Mosconi debía ser considerado "el nuevo paradigma de héroe nacional, de constructor de la Nación, por su condición de asumir el papel de empresario nacional que promovía el desarrollo petrolero del país y su emancipación económica a través de la lucha que estableció con el capital imperialista representado por las compañías petroleras extranjeras" (Graciano 2003, 56). En el caso de Julio V. González, afirmó:

Con una ligereza de calificación el gobierno declara en documentos oficiales que es necesario rectificar la política que hasta aquí se ha seguido en materia de petróleo el Estado Argentino. Y ésta, hasta que llegaron los gobiernos de septiembre, no ha sido otra que la de la protección y dominio nacional sobre los yacimientos petrolíferos. Política de capitulación la hemos llamado, y no nos cansaremos de repetirlo, como el centinela que grita desesperadamente su grito de alarma, cuando ve avanzar el enemigo, mientras la guarnición duerme confiada en la plaza. Rectificación quiere decir la demolición imprudente de esa línea Maginot que el General Enrique Mosconi construyó para la defensa de las fronteras patrimoniales de la Nación que YPF cubre desde el pozo de petróleo hasta el surtidor de nafta…La Línea YPF, que un día deberá llamarse la 'Línea Mosconi' (El Chubut, 13 de diciembre de 1947, 4).

Ya hemos sostenido que, desde nuestra perspectiva, el trayecto hacia el panteón de héroes nacionales se inicia con la Gobernación Militar de Comodoro Rivadavia. Sin embargo, hay un hecho que de alguna manera habilita este recorrido. Nos referimos a que a partir de la propuesta del presidente de YPF José Gregores, el presidente de facto Ramírez decreta en 1943 el día 13 de diciembre como feriado nacional (El Chubut, 12 de diciembre de 1943, 4). Sin embargo, a pesar de la institucionalización de esta fecha, la figura de Mosconi todavía no ocupa un lugar central en la celebración.5

En 1944 el gobierno militar determinó la instalación de una zona militar en torno al Golfo San Jorge con el objetivo de garantizar el orden social para asegurar la explotación petrolífera (Carrizo 2009). Dicha zona implicó, entre otras cuestiones, la instalación de autoridades militares en el gobierno local y la imposibilidad de sus habitantes de ejercer derechos políticos.

En ese marco, uno de los sectores que comenzó a rescatar del pasado la figura de Mosconi fue la comunidad salesiana, instalada en la localidad desde comienzos de la década del diez. En un festival con motivo de la entrega de premios a los alumnos y en honor del gobernador militar en 1945, el director del colegio, R. P. José Murphy, resaltando la figura de la autoridad castrense, sostuvo en su discurso:

La obra de Don Bosco, siguiendo las normas de su santo fundador, quiere ser siempre la primera en el homenaje a sus autoridades y en el acatamiento de sus justas y dignas resoluciones. Y es otro motivo de orgullo al considerar que este homenaje se hace a la persona de un digno militar del Ejército Argentino. Desde los albores de la conquista de la Patagonia, siempre se dieron la mano, y hombro a hombro, los valientes militares y los modestos pero incansables misioneros salesianos, que fueron ganando a la civilización y al progreso las dilatadas y bravías pampas patagónicas. Desde los Roca a los Mosconi se fueron jalonando en la conquista de estas tierras los Cagliero, los Fagnano, los Costamagna, los Milanesio, los Beauvoir y los Bonacina, abriendo los surcos en la tierra virgen para sembrar la semilla del bien y de la cultura, regándola con sudores y con sangre y convirtiendo estas tierras inhóspitas, salvajes y malditas en tierras de promisión, de bendición y de progreso. Hoy se cierra un año más de intensa labor religiosa, intelectual y de cultura física; formación integral que da por resultante el niño y el joven cristiano a carta cabal, de sólida instrucción y apto para el trabajo y la lucha por la vida (El Chubut, 11 de diciembre de 1945, 2).

Aquí vemos que se resalta la acción civilizadora de los dos actores en la Patagonia: "los valientes militares" y los "modestos pero incansables misioneros salesianos". En el contexto de la Gobernación Militar se unen nuevamente, ya no para civilizar el desierto salvaje, sino para formar jóvenes cristianos aptos para el trabajo (Carrizo 2010a). Por otro lado, esta cita muestra que Mosconi aparece reivindicado como parte de la tradición de militares que marcaron el progreso en Patagonia.

Si tuviéramos que señalar un cambio con respecto a los significados asociados a la figura de Mosconi, deberíamos proponer el año 1947 como el momento de la "consagración mosconiana", en el marco de los festejos del 40 aniversario del descubrimiento del petróleo. Por varias razones: en primer lugar, el diario El Chubut de Pedro Ciarlotti comenzó a reivindicar la figura de Mosconi en dicho año, por medio de un editorial en donde se reproducen citas del libro del socialista Julio V. González, quien, como hemos visto, abogaba por la nacionalización del petróleo.

En segundo lugar, el otro punto importante en este trayecto lo constituyó el descubrimiento del busto a Mosconi en 1947, en el hall principal del edificio YPF situado en Buenos Aires. Allí, luego de que Pedro Gomis hiciera uso de la palabra en representación del Sindicato Unidos Petroleros del Estado (SUPE), habló el presidente de YPF Ramón Albariño:

Yacimientos Petrolíferos Fiscales le debía este homenaje al hombre que organizara el trabajo en los yacimientos, que le creara su industria de la elaboración, que luchara por la estabilización y normalización del comercio de los combustibles líquidos, que, en fin, se ocupara de todo lo atinente a la ayuda social, como muy bien lo ha recalcado el señor representante, en la obra de las casas para obreros casados y solteros, comedores colectivos, organización del servicio médico, premios de eficiencia, y otras iniciativas que todos conocemos. Yo no voy a relatar la obra de Mosconi en esta casa. Ya está dicha. La conocen todos los argentinos y por sobre todo los que me escuchan, que se han formado en el ambiente este donde siempre se venera al hombre que supo realizar en su hora todo lo que tenemos. Pero por sobre todas las cosas, Mosconi dejó una obra que es la que lo identifica con todas las horas y con todas las situaciones: formó hombres que quieren entrañablemente a la casa y que darían du vida por ella. Ese espíritu inculcado en el personal a sus órdenes, a pesar de su carácter áspero y firme, ha servido en el tiempo para que siempre existan elementos argentinos que con la visión de la Patria por delante, piensan con el pensar de nuestro Presidente: en la recuperación nacional y trabajen por ella con el entusiasmo de todas sus horas. Mosconi formó personal argentinista, que sentía y siente profundamente el cariño a la tierra argentina y que quería y quiere para ella el don preciado de su 'oro negro', sin retaceos y sin menguas. Por eso vive en nuestro recuerdo; por eso no es uno más de los que vienen y se van, sin dejar huella a su paso; por eso está ahí, querido de todos y respetado por todos (Boletín de Informaciones Petrolíferas, diciembre de 1947).

Aquí hay tres aspectos interesantes: en primer lugar, comienza a repararse el olvido histórico de la figura de Mosconi como impulsor de YPF; en segundo lugar, se resalta su política social desplegada hacia los trabajadores, haciendo un paralelismo con la "ayuda social" del peronismo, y se concreta la imagen de trabajadores identificados con los valores nacionales, llegando a la categoría de soldados, razón por la cual "darían la vida por YPF". En tercer lugar, en el marco del 40 aniversario la prensa destacaba que los festejos habían dejado un "brillante saldo", en un "marco de extraordinaria animación popular" (El Chubut, 14 de diciembre de 1947, p. 4). Es interesante analizar este aniversario porque los trabajadores de YPF rescataron el legado mosconiano, desplazando de su figura su política antisindical y de represión de los conflictos obreros. El Sindicato de Obreros y Empleados de YPF (SOyEYPF), cuya primera comisión directiva estaba integrada, entre otros, por adherentes al socialismo (Carrizo 2010b), sostuvo:

Y así…, en la evocación de los que por imposición de la muerte debieron abandonar la lucha, surge en la memoria de los trabajadores la figura imborrable de un General de la Nación que dio forma y fuerza a nuestra industria, el General Mosconi. Fue el visionario ilustre y batallador incansable. Su verbo, su pluma, su obra marcaron derroteros inconfundibles a la institución estatal. Quería que el pueblo conociera a YPF y cómo había que defenderlo de sus enemigos eternos, las compañías imperialistas, y habló claramente para el pueblo. Habló con un lenguaje claro y valiente, como sólo saben hacerlo quienes desinteresadamente juegan el todo por el todo para defender la soberanía de la patria […] Su vida entonces se consagró a conseguir para YPF créditos y leyes que protegieran a la industria y tuvo también tal visión del problema fundamental del petróleo, que gobernantes y legisladores conocieron de su tesón y afanes, hasta ver asegurados para la Repartición oficial todos los cateos de la República, para que ningún capital extranjero pudiera aprovecharse de las reservas petrolíferas argentinas […] Dejó al pueblo y en especial a los trabajadores de YPF una obra y un compromiso. Una obra que no conoce fin y que como bien lo dice nuestro lema se construye "sin prisa pero sin pausa" y un compromiso ineludible, defender el petróleo, defender a costa de cualquier sacrificio nuestras reservas, propugnar como él lo hizo con energía y valor la nacionalización de la industria petrolera. Nosotros obreros y empleados agrupados en la poderosa organización sindical, recogemos orgullosos su legado y lucharemos incansable y tesoneramente por concretarlo y así, únicamente así, habremos rendido justiciero homenaje al General Mosconi y a todos los compañeros de YPF cuyo recuerdo honramos en esta sencilla ceremonia (Discurso del Secretario General del SOyEYPF con motivo de la Celebración del 40 Aniversario del Descubrimiento del Petróleo, Archivo Privado).

Las directivas del sindicato sostienen que gracias a Mosconi se han defendido las reservas de la patria y la libertad económica, "que se ha de consolidar cuando una de las mayores aspiraciones de su vida sea realidad, la nacionalización del petróleo argentino". También es interesante ver cómo distintos significados fueron articulándose en torno al discurso de la militarización. En el caso de YPF, al ser una empresa estatal considerada estratégica por estar al servicio de la "defensa nacional", interpeló tempranamente a los trabajadores, como hemos visto, desde una retórica nacionalista y estatista. Esa apropiación de "lo nacional" por parte de los trabajadores fue determinante para que el desarrollo de la empresa se postulase como un objetivo común de todos los trabajadores (Palermo y Soul 2009). A tal punto esto es así que reivindicaron la figura del general Enrique Mosconi, asumiendo la imagen del trabajador como soldado de la patria, como se puede apreciar en esta declaración: "Cada petrolero debe ser pues, allí donde se encuentre, un ferviente defensor del petróleo nacional, y erigirse en soldado y celoso guardián del ideal mosconiano, porque así sabrá cumplir con lo que la patria espera de él y su conciencia de argentino lo impone" (El Chubut, 13 de diciembre de 1950, 5).

La reivindicación de Mosconi por parte de los trabajadores petroleros fue variando en la medida en que se presentaron conflictos al interior del SOyEYPF. El sector que promovía (entre otras cuestiones) un movimiento obrero autónomo, si bien asociará a Mosconi con Perón en un primer momento, luego de los conflictos suscitados con los trabajadores identificados con el peronismo, solamente recordará al ex director de YPF en los aniversarios del 13 de diciembre. En el caso de los trabajadores peronistas agrupados en el Sindicato del Personal de YPF, creado en 1948, reivindicaron a Mosconi por su impulso al nacionalismo petrolero. Pero sostendrán que Perón, a diferencia de Mosconi, no solamente impulsó la independencia económica sino que además se ocupó de realizar la justicia social (El Rivadavia, 13 de diciembre de 1952, 2).

Como hemos visto en estas coyunturas históricas, Mosconi debió recorrer un largo camino hasta convertirse en sinónimo del Día del Petróleo. La centralidad de su figura en los actos oficiales de cada 13 de diciembre fue inalterable desde mediados del siglo XX hasta los noventa, década que se iniciará con la privatización de YPF.

3. El retorno de Mosconi: de su "olvido" al acto de "desagravio y reparación histórica"

Elizabeth Jelin ha sostenido que, "a menudo, […] pasados que parecían olvidados 'definitivamente' reaparecen y cobran nueva vigencia a partir de cambios en los marcos culturales y sociales que impulsan a revisar y dar nuevo sentido a huellas y restos, a los que no se les había dado ningún significado durante décadas o siglos" (2002, 29). En este sentido, las huellas del pasado se constituyen en memoria cuando son evocadas y ubicadas en el marco que les da sentido. De allí que los procesos históricos ligados a las memorias tienen momentos de mayor visibilidad y momentos de latencia, de aparente olvido o silencio. Cuando nuevos actores o nuevas circunstancias se presentan en el escenario, el pasado es resignificado y a menudo cobra una importancia pública inesperada. Este pareciera ser el caso de Mosconi.

Sin dudas, el mundo del trabajo en Comodoro Rivadavia se vio sacudido a partir de la privatización de YPF, como consecuencia de la implementación de medidas económicas de corte neoliberal en el país. Numerosos estudios que se han dedicado al análisis de la privatización de empresas públicas en Argentina durante la década del noventa han sostenido que dicho proceso fue único en su tipo, al destacarse por su velocidad, su carácter integral e indiscriminado, así como por la ausencia de una política gradualista.

Si dichas medidas encontraron poca resistencia fue porque se establecieron una serie de condiciones que facilitaron su implementación. En efecto, a partir de una creciente desvalorización de la política y los políticos se construyó un terreno fértil para el ideario neoliberal, interesado en sustituir la política por el mercado como instancia máxima de regulación social. Esto derivó en el fortalecimiento de nociones como "gigantismo estatal" y "corrupción estructural" como parte de un "sentido común privatizador". Tal diagnóstico ameritaba implementar soluciones drásticas, como el aliento a la despolitización y la reducción acrítica del Estado para alcanzar el desarrollo económico (Iazzetta 1996).

En Comodoro Rivadavia la privatización de YPF provocó profundos cambios en la estructura económica, generando una serie de consecuencias, entre las que se encuentran: un proceso de achicamiento de los planteles de empleados, tercerizaciones de actividades de apoyo a las empresas, debilitamiento del poder de negociación sindical, precarización y flexibilización de las relaciones laborales, y la disolución acelerada de todos aquellos ámbitos de construcción de sentido social (el sindicato, el barrio, el club) que organizaban la vida comunitaria.6

Durante este período, Mosconi solamente sería evocado por aquellos que habían formado parte de la ex empresa estatal y que sufrían las consecuencias de la privatización, como el Centro de Jubilados y Pensionados de YPF. En 1993, en una nota publicada en la prensa y que llevó por título "Recuerdos… y olvido", los representantes de dicho centro afirmaron:

Trabajo intenso y fecundo, donde el barro refrigerante no se daba tregua para evitar que se destemplaran los trépanos que en audaz y lacerante peregrinaje viajaban a las entrañas de la tierra con el fin de desenterrar y sacar a flote el oro negro que barcos fondeados en las cercanías costeras del golfo, esperaban hambrientos para llevar al Norte de la riqueza de esta tierra sureña, riqueza del sur patagónico, que esperaba ilusionado volviera transformado en alguna forma, y como novia abandonada, debió resignar al olvido. Desde allí, todo es historia, que se entreteje, trabajo y acción de hombres bienmerecidos que deben proteger el bien hallado para la Patria; desde allí se inicia también la otra cara de la historia, los entretelones de la codicia de otros intereses, prestos a dar el zarpazo y llevarse el preciado don que nada les costara. La transmutación que el tiempo y hombres de gobierno, hacen que a cada paso la historia cambie, ahí tenemos en el barrio petrolero al Gral. Mosconi, su busto, su estatua, en otras épocas veneradas con ofrendas y discursos, cubierta de maleza y de olvido. Los que hoy usufructúan el sudor de los pioneros, se toman la revancha de no haberlo hecho propio mucho antes, porque él se lo impedía con su tenaz defensa, con otra visión que no fuera la de preservar la riqueza de la Patria (Crónica, 13 de diciembre de 1993, 44).

Este "olvido" de Mosconi que expresaba el Centro de Jubilados y Pensionados respondía a una operación de invisibilización de su figura en actos oficiales. La fuerte asociación de su figura con el ideario del nacionalismo petrolero determinaba la inconveniencia de su recuerdo, en pleno proceso de privatización. Una muestra de ello es su pérdida de centralidad como símbolo de la YPF estatal durante los festejos del Centenario del 13 de diciembre llevado a cabo en el 2007. De la revisión de la prensa puede advertirse que esta omisión fue deliberada, dada la incomodidad evidente, tanto del gobierno provincial como municipal, de tener que festejar el centenario de una YPF privatizada y a sabiendas del potencial simbólico de la figura de Mosconi para los comodorenses.

El intendente electo Martin Buzzi sólo tuvo palabras de agradecimiento para con el gobernador Mario Das Neves y la renegociación de los contratos petroleros con Pan American Energy (empresa de capitales extranjeros). En referencia a Buzzi, la prensa dijo en aquel momento:

En su alocución […] hizo hincapié en la prórroga de contratos que promueve el gobernador y fue optimista al considerar que un Comodoro distinto es posible y es posible transformarnos en algo más que una ciudad petrolera" (Crónica, 14 de diciembre de 2007, 2) […] "El jefe comunal no dudó en alabar la figura del titular del Ejecutivo y la renegociación del contrato con Pan American, que vinculó a la 'visión estratégica' de Das Neves (Crónica, 14 de diciembre de 2007, 4).

Es interesante el "algo más que una ciudad petrolera" porque de alguna manera remite al deseo de una reorientación económica de la ciudad y, por ende, a una nueva configuración identitaria de los comodorenses.

Si bien Mosconi perdió su lugar en los actos oficiales, lo mantuvo en las reivindicaciones hechas a su figura por otras organizaciones, destacando distintos aspectos.7 Por ejemplo, las organizaciones de izquierda hicieron visible su legado en el marco del denominado por la prensa "el otro acto":

Representantes de distintos sectores políticos y sociales cuestionaron ayer, en la plaza de la escuela 83, la política de entrega del kirchnerismo y el dasnevismo y reclamaron la renacionalización de los hidrocarburos y todas las fuentes de producción de energía. En el acto hablaron referentes de la corriente clasista Comativa, del ARI, del Nuevo Proyecto Energético Latinoamericano y la ex candidata a la presidencia por el Movimiento Socialista de los Trabajadores, Vilma Ripoll B. pidió volver al camino de Mosconi, los pioneros, los luchadores petroleros y los pueblos hermanos de Bolivia, Venezuela y Ecuador y fustigó duramente el convenio de renegociación con Pan American… (Crónica, 14 de diciembre de 2007, p. 6).

Otro sector que reivindicó a Mosconi fue la Asociación Cultural Sanmartiniana de Comodoro Rivadavia. Aunque la cita es extensa, vale la pena no perder detalles, dado que desde nuestra perspectiva constituye el relato más logrado de la llegada de Mosconi a la categoría de "héroe de la Patria":

También resulta propicia esta ocasión para reconocer la obra del General Enrique Mosconi. Este militar de carrera que se desempeñó desde el año 1922 al año 1930 como primer director de los YPF, empresa pionera de nuestro país. Supo darle bases sólidas de organización, de previsión y de expansión a esta industria y dotarla de un fuerte contenido nacional, fue impulsor de la primera legislación orgánica petrolera. Asimismo, de todos y cada uno de sus actos se desprende un claro sentido patriótico, es preciso recordar al respecto que el busto del Gral. San Martín que se instaló al ingreso a la Administración de YPF y hoy se encuentra en el km 3 es el segundo monumento al Libertador en nuestra Patagonia, fue forjado a pedido de Mosconi con rieles provenientes de distintas líneas férreas de diferentes regiones del país e inaugurado por él en 1930, se montó sobre una araucaria milenaria petrificada y está a la sombra de un retoño del pino de San Lorenzo. Su idea era que los trabajadores del yacimiento encuentren al paso de este monumento la guía y el sentido de pertenencia e identidad con los valores que cultivó el Padre de la Patria. También es justo recordar que en la obra y vida de Mosconi se refleja un hondo respeto por las instituciones democráticas del país, y al igual que los primeros patriotas de la independencia, sufrió el exilio obligado y la cárcel cuando abiertamente se opuso al golpe militar de 1930, renunciando a su cargo a tres días de la asonada. Sus ideas, el prestigio internacional del cual gozaba, su respeto inclaudicable por la República no resultaron suficiente para el régimen, el cual además impulsa una investigación sobre su accionar en YPF y, luego de rechazar uno de los tantos cargos que le ofreciera el gobierno de facto, con férrea esperanza en el desarrollo de la Nación escribe desde su lugar de detención: "veo negros nubarrones sobre el cielo de mi Patria, el progreso se detiene, qué distinto si todos trabajáramos por el bien común". Cuando Mosconi muere y su patrimonio es investigado a instancias de sus detractores, sólo encuentran un crédito que le había otorgado el Banco Hipotecario para la compra de su casa y nueve pesos en su cuenta corriente bancaria (Crónica, 13 de diciembre de 2007, 14).

Aquí tenemos quizás la idealización más completa de la figura de Mosconi, pues se exaltan varios aspectos de su legado histórico: en primer lugar, como impulsor de la argentinidad en Patagonia; en segundo lugar, como promotor de la identificación de los trabajadores con valores nacionales y no con intereses de clase; en tercer lugar, se realiza un paralelismo entre su figura y la de San Martín; en cuarto lugar, al resaltar un Mosconi democrático se habilita a la trascendencia de Mosconi y la construcción no solamente de un héroe militar sino también civil; en quinto lugar, todo héroe debe sufrir el destierro; finalmente, todo héroe es héroe moral: un militar que rechaza cargos provenientes de un gobierno de facto (lo que habla de sus convicciones) y la austeridad, pasando a la categoría de "estadista austero".

Por su parte, el presidente del Centro de Jubilados de YPF denunció no solamente que habían quedado fuera del acto central, sino que además no se le permitió el uso de la palabra al rector de la universidad en el mismo, la falta notable de público y de autoridades, y que la celebración había quedado en segundo plano dado el reciente cambio de autoridades (Crónica, 18 de diciembre de 2007, 20).

Recientemente, con motivo de la renacionalización de YPF dictaminada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, estamos en presencia de una especie de "mosconización" de la vida política.8 Nuevamente la relevancia histórica de su figura vuelve a ser utilizada para justificar determinadas medidas gubernamentales. En esta construcción de los diversos significados en torno a la figura de Mosconi, veamos qué lugar ocupa en la trama discursiva del kirchnerismo:

Pocas provincias, fundamentalmente Santa Cruz, Chubut, donde se descubrió por primera vez petróleo, en 1907; Neuquén, la principal cuenca hidrocarburífera y gasífera del país, la Patagonia en general, pocas regiones tan identificadas con Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Ahí veo también a hombres de verdeoliva, como el general Sabio y el general Mosconi, esos gloriosos generales de ese glorioso ejército sanmartiniano, que tanto contribuyeron, y también recordar a ese presidente, el presidente Hipólito Yrigoyen, que fue quien fundó Yacimientos Petrolíferos Fiscales y que hace honor a la tradición popular y democrática que han tenido amplios sectores sociales, políticos y corporativos también de nuestro país. Corporativos en el buen sentido, no en la deformación de cuando la corporación quiere prevalecer sobre la Nación, corporativo con esas corporaciones comprenden que solamente pueden subsistir y solamente pueden crecer cuando forman parte de una Nación libre, soberana e independiente9.

Es interesante el lugar que le adjudica el kirchnerismo a Mosconi porque es una buena demostración de la denominada "restauración de la sintonía entre la memoria militar y la memoria nacional" que algunos autores han señalado recientemente, en el marco de una redefinición de los componentes de la memoria institucional del Ejército. En efecto, en la reescritura de su pasado institucional, el Ejército, y en este caso también la presidenta, omiten el pasado dictatorial para resaltar en cambio "su contribución al origen y el desarrollo económico y social de la nación y sus vínculos estrechos con la sociedad en el contexto democrático actual" (Badaró 2011, 38). Asimismo, el kirchnerismo ubicó a Mosconi dentro de un discurso binario sintetizado "entre un bloque popular y sectores de poder concentrados (monopolios, corporaciones, 'gorilas', antiperonistas)" (Svampa 2011, 28). El mismo forma parte de un esquema dicotómico que actualmente lograría funcionar como una estructura de inteligibilidad de la realidad política.

Ahora bien, si Mosconi era convenientemente olvidado en el 2007, dada la renegociación de los contratos petroleros, la actual coyuntura, determinada por la renacionalización de YPF, obligó a casi los mismos actores a reivindicarlo. En mayo de 2012, el ahora gobernador Martín Buzzi anunció la concreción del denominado "acto de desagravio y reparación histórica" del coronel Mosconi, realizado el 4 de junio en conmemoración de su fallecimiento (http://www.elcomodorense.net/buzzi-anticipo-una-reivindicacion-historica-para-mosconi/). Posteriormente, instó a las autoridades del Museo Nacional del Petróleo (dependiente de la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco) a restituir su busto a su sitio original (el edificio de la administración de YPF de Km 3), luego de resguardarlo durante diecisiete años. También se señalaba que, a partir de la privatización de YPF, una de las medidas que se tomó fue "hacer desaparecer toda imagen relacionada con el general Mosconi"; los trabajadores, con el riesgo de fundir el bronce, decidieron desoír la orden y traspasarlo al Museo Nacional del Petróleo (El Patagónico, 1 de junio de 2012, http://www.elpatagonico.net/nota/124790-la-vueltade-mosconi-a-ypf/). Como podemos apreciar, en el relato se cuela la actitud heroica de los trabajadores de resguardar el recuerdo de Mosconi.

Asimismo, las constantes referencias a la figura de Mosconi realizadas por la presidenta, al igual que los senadores y diputados en el marco del debate parlamentario, determinaron que parte de la prensa nacional se dedicara a exaltar su accionar en la histórica YPF.10

Además del kirchnerismo, y dando lugar a una especie de disputa por la figura de Mosconi, el radicalismo reivindicó su paso como funcionario de los gobiernos de Hipólito Yrigoyen y Marcelo T. de Alvear. En este sentido, el bloque de diputados de la Unión Cívica Radical expresó que "el justo y merecido homenaje que el Gobierno de la Provincia y el Municipio de Comodoro Rivadavia brindarán el lunes 4 de junio en esa ciudad al general Enrique Mosconi, debe ser extensivo al ex presidente de la Nación Argentina, Hipólito Yrigoyen". En tal sentido hicieron una solicitud pública al gobernador Martín Buzzi y el intendente Néstor Di Pierro para que "incluyan en dicho acto la figura de quien ejerciendo la máxima magistratura del país tuvo la firma decisión de crear la empresa estatal YPF". Al respecto, los diputados Roberto Risso y José Luis Lizurume rescataron aquel impulso, traducido en la afirmación yrigoyenista de que "es imposible para un organismo del Estado vencer en la lucha comercial al capital privado, siendo necesaria una magnífica insensibilidad a las solicitaciones de los intereses privados".11

Además de reclamar que en dicho acto se recuerde al "Mosconi yrigoyenista", el radicalismo no dudó en resaltar la responsabilidad del peronismo en las políticas ejecutadas en los noventa con respecto a las empresas estatales:

Aquella histórica decisión, modificada en la década de los noventa por el presidente Menem, que tuvo el acompañamiento político del justicialismo en su conjunto, privatizando la totalidad de YPF, es ahora reivindicada parcialmente por el Gobierno Nacional al recuperar una mayoría de la empresa para el Estado […] Hace pocos días consideramos también necesario sumar a los operarios, técnicos y empleados de la histórica Yacimientos Petrolíferos Fiscales, que sufrieron las peores e inmediatas consecuencias de la ola privatizadora del gobierno justicialista de Carlos Menem y pedimos la reconstrucción del Monumento al Trabajador Petrolero situado en Km. 3, en cercanías del local del histórico gremio SUPE, que cobijó y defendió sus intereses durante muchas décadas.12

Luego de lo expuesto en esta sección, podemos apreciar que la figura de Mosconi sólo fue reivindicada en el Centenario del Petróleo por algunos sectores y no por los partidos políticos mayoritarios, pasando a ser fervorosamente disputada en la actualidad tanto por peronistas como por radicales.

4. Conclusiones

Este artículo comenzó a escribirse en función de una serie de preguntas que nos hemos realizado en relación con los significados y usos en torno a Mosconi: ¿Quiénes se apropiaron de su figura? ¿Qué lugar ocupó en las estrategias de legitimación política e identificación colectiva? ¿De qué manera fue y es recuperado? ¿Cuáles han sido las razones de su disputa?

A lo largo del trabajo se muestra que Mosconi ha sido considerado un héroe por varias razones: en primer lugar, porque ha sido apropiado por diversos sectores sociales de diferentes adscripciones ideológicas. José Murilho de Carvalho, en relación con la transformación de Tiradentes en héroe nacional del Brasil, ha observado que su figura ha resultado adecuada para todos los gustos. En el caso de Mosconi, el kirchnerismo lo coloca en la disputa contra las corporaciones; tanto sectores nacionalistas como de izquierda lo reivindican como un luchador contra el capital extranjero, y el radicalismo lo reconoce como parte del proyecto político del yrigoyenismo. En segundo lugar, porque es un héroe moralizador. Hemos visto que determinados sectores han destacado ciertas virtudes morales en Mosconi, y al irradiarlas es capaz de moralizar. En tercer, lugar porque se cumple aquello que Martín Kohan (2005) ha denominado la "premisa del destino inexorable", esto es, el héroe no es todavía héroe pero está destinado a serlo. En su temprano paso por la aviación, Mosconi ya se preocupaba por la peligrosa dependencia del capital extranjero que presentaba el país, y es allí donde radicaba cuál sería su destino. En cuarto lugar, porque es una figura de actualidad y su reciente reivindicación demuestra que la eficacia de los valores de la identidad nacional, ya sea para constituir subjetividades o para movilizar acciones, sigue existiendo. Por último, porque su imagen ha sido idealizada. Todos pueden identificarse con su figura pues él realiza la unidad simbólica de los argentinos en torno al nacionalismo petrolero.

Citas de pie de página

2. Este distanciamiento del poder militar con respecto al poder civil ha provocado consecuencias en la intervención de las Fuerzas Armadas en el sistema político argentino. Ver Quiroga (2004).

3. La descripción de estos hechos se encuentra en El Mundo, 6 de junio de 1940, p. 15, El Pueblo, 5 de junio de 1940, p. 5 y La Prensa, 5 de junio de 1940, p. 19.

4. Para un análisis de la historia de la ciudad, véase Márquez y Palma Godoy (1993) y Pacheco (2004).

5. Por ejemplo, en el aniversario del primer Día Nacional del Petróleo en 1943, el jefe de servicios de geología de YPF, doctor Altavino Catinario, destacaba el desarrollo de la empresa estatal bajo la conducción de Mosconi. El Chubut, 14 de diciembre de 1943, p. 4.

6. Numerosas obras se han dedicado a analizar dicho proceso. Entre otras haremos mención a Muñiz Terra (2008), Figari y Palermo (2010), Cabral Marques (2011) y Torres (2012).

7. También rescató la obra de Mosconi el comandante de la IX Brigada Mecanizada general de brigada Álvaro Marcos Carlés, al sostener que Mosconi es una "figura mítica del desarrollo petrolero". Crónica, 15 de diciembre de 2007, 9.

8. El nombre de Mosconi apareció en este contexto de diversas maneras: se denominó "Informe Mosconi" al Documento presentado por el Poder Ejecutivo en relación a la situación de Repsol YPF, una organización de ex trabajadores de YPF de Comodoro Rivadavia adoptó el nombre de "Asociación General Mosconi", y se recordó al ex Director de YPF en otras localidades de la región, como por ejemplo en Cañadón Seco, provincia de Santa Cruz.

9. En: Comandante Luis Piedra Buena, Santa Cruz, 20 de abril de 2012, http://discursos.telam.com.ar

10. Granovsky, Martín "Quién era y qué pensaba el fundador de YPF", jueves 3 de mayo de 2012, http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-193146-2012-05-03.html

11. http://www.rawsonline.net/pag/noticias.asp?id=4967

12. La UCR pide que el Gobierno homenajee a Yrigoyen junto con Mosconi. http://www.rawsonline.net/pag/noticias.asp?id=4967


Referencias bibliográficas

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